sábado, 5 de septiembre de 2009

La perfecta desconocida


(Esta es la típica situación que se produce cuándo caminando por la calle, en el metro, o incluso en el ascensor, te encuentras con una persona que de una forma instintiva te atrae, durante unos instantes crees saber con total certeza que ella es perfecta...)

La miré a los ojos, pude sentir como se me paraba el pulso,
¡Glub!, de golpe, acumulación de sangre y respiración contenida,
expandiéndosemi pecho, y a su vez mi pecho luchando para que no pudiera escapársele ni una sola gota de aire(o el corazón en forma de suspiro).
Avanzábamos el uno hacia el otro, con paso firme, en una inmensidad grandilocuente y caótica, hasta que llegada a mi altura y sin haberme dirigido ni tan siquiera una mirada, me atravesó sin tocarme, sin mirarme, sin saber de mi existencia, cómo uno más…
Mientras, el eco producido por sus pasos al alejarse, su perfume y su recuerdo se camuflaban y extinguían, perdiéndose por siempre entre algún que otro claxon descontrolado y una nube de invisible anhídrido carbónico.

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