lunes, 29 de diciembre de 2008

Ella es

Ni las catarátas del Niágara,
Ni las pirámides de Egipto,
Ni el fino rostro de Cleopatra
Hace justicia a lo que yo he visto.

Hablando de belleza no se puede esquivar,
Unos ojos tan bonitos que no dejan respirar.
Un tono tan verde que parte corazones,
Que no existe en ninguna gama de colores.

Su piel, la suavidad del terciopelo,
Es la droga más dura que hoy existe,
Si cuando la toco siento que baja el cielo,
Ella no es una estrella, universo entero.

Ven pequeña ven, deja que te abrace,
Bésame, la magia aparece cuando lo haces.
Tu mano junto a la mía es suficiente,
Jamás será mi amor por tí intermitente.

Sólo tú, la Torre de Hércules que me guía,
Iluminas mi camino para llegar a la orilla.
Te amo, te deseo y ya lo intuyo,
Desde aquel día de Agosto seré siempre tuyo.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Breve relato - En la estación

Ella me miró sonriente, yo sentado a su lado, cara a cara, no pude demostrar la tristeza que en realidad mi corazón escondía, al menos demostrarlo de una forma bella y que no abriese más heridas.

Debía ser fuerte,pensaba constantemente, mientras, al mismo tiempo, moría por acariciarla sólo una vez más, antes de que se fuese, quería fundirme con ella, quería fundirme con esos dos ojos que me miraban con cariño, ya no con el amor al que estaba acostumbrado, y es que a decir verdad la comprendía, reconocía en su sonrisa de sobras ese sentimiento antes vivido en mis propias carnes y esto me hacia sufrír el doble, maldita empatía, mi amor y su indiferencia inconsciente, mi ahora y mi antes, todo al mismo tiempo, me sentía como aquel enfermo terminal sobre el que se vuelca toda la familia durante su último año de vida, complaciendole por completo, casi demasiado, en actos, mientras él sólo espera un te quiero que no huela a piedad, sólo espera unas palabras aunque por ser palabras, puedan traicionarle.

El tren salía a y ocho, el luminoso marcaba y seis, así que me despedí pidiendole que se acordase de mí y otorgandole dos sonoros besos en los labios a los cuales ella correspondió con su lengua, (no tanto pienso yo, con su corazón, pero me daba igual, sería capaz de ignorar ese sentimiento una vez más) me retiré hacia atrás tanteando mis cosas para llevarlas y huir de allí. Entonces la volví a mirar, se me hizó un nudo en el pecho y la bese de nuevo, me dí la vuelta y salí del tren.

Caminando a paso ligero busqué la calle, sentí entonces un alivio profundo, era de nuevo hombre libre... pero poco a poco dentro de mi empezó a crecer algo que me pesaba demasiado, algo que consiguió hacerme dar la vuelta en busca de una última mirada, algo que permitiese seguir creyendo que en aquellos momentos yo aún formaba parte de su pensamiento. Así que regresé tratando de recordar en que vagón estaba, corrí hasta que la ví a traves de los grandes cristales del compartimento, allí estaba ella, agarrada vivaz a su móvil, mi cuerpo también estaba allí, mi recuerdo no, pensé...me mordí el labio, quería gritar y que me oyese, que ella supiese que aún estaba ahí, quería que me sacase la lengua, que me dijese tonto, pero más que eso, más que nada, sólo deseaba que fuese libre y que fuera ella; estuve dos minutos mirandola en silencio, dentro de mí no encontre más que impotencia, y mis ojos se humedecieron, pero entonces sonreí, volví a sentir alivio y nostalgia: acababa de comprender algo de lo que me sentí orgulloso.

De pronto el tren se puso en marcha, y yo también.

Alexis Pérez

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Una palabra

http://www.youtube.com/watch?v=TNP9OuwCVJs

Una palabra me basta,
Para entonar con la dulzura del gesto más sencillo.

El redoble de mi mano sobre tu pecho,
Haciendo que cada pálpito sea único, sea verdadero.

Una palabra… detrás de otra,
Es esta mi particular carrera,
engarzando estas perlas
que conforman el collar poético que hoy te regalo,
del cual el valor no se medirá en quilates,
ni se medirá… pues carece de la métrica exacta,
tan solo es una forma,
un trayecto,
mi manera de mostrar lo que las apariencias nunca te han dejado observar.

Porque vivimos con los ojos vendados,
porque no nos atrevemos a tocar nada más que lo que nuestras manos pueden tocar,
rasgo las cuerdas de mi guitarra buscando un camino mediante el cual llegar a tu corazón,
y desgarro las cuerdas de mi garganta,
afinando cada nota,
cada acorde,
cada canción,

Cada momento…
Cada error y cada acierto.

Cada vez que te hecho un poquito más un poquito de menos.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Eroteísmo

http://www.youtube.com/watch?v=bAU5hNh6HEE

Comernos a besos,
derritiéndonos el uno al otro,
los dos corazones latiendo rápido,
al unísono,
nuestras lenguas de fuego una sola llama,
nuestro sudor,
lluvia tropical mojando la cama,
y Hendrix sonando con aquel
"fly on, my sweet angel"
como si yo mismo fuese él
el que te lo susurrase a tientas,
así y mientras,
mis manos juegan a tejer caricias en tu pelo,
sentir como nunca jamás esa sensación de estar en algún lejano cielo,
volando juntos,
olvidados por el tiempo,
nuestros cuerpos son la única medida de este,
con su movimiento,
su va y ven,
su vuela que te vuela,
así juegan entre cuatro paredes dos almas gemelas,
enfundados por piel, sábanas y nada más que palabras.


Alex

Seres humanos

Luchamos juntos en Vietnam y cruzamos siete mares.
Piratas,
picaruelos fuimos,
y ladrones y bandidos…
cabalgamos a caballo tratando de alzanzar el sol,
perdimos batallas decisivas y olvidamos rezar muchas noches a nuestros dioses.
Bebimos brebajes prohibidos y escupimos verdades,
nos alzamos entre mortales, siendo héroes,
y llegamos hasta la luna más de dos veces.
Fuímos engañados y mentimos,
bajo cielos de estrellas intermitentes caímos,
y de nuestra misma muerte fuimos testigos.
Creímos en seres extraordinarios,
y por unos pocos cuartos fuímos aguerridos mercenarios,
ocupamos titulares en los más importantes diarios,
y nos olvidaron todos aquellos ignorantes que viven perdidos,
aquellos que por horas y segundos viven perseguidos.
Vendimos nuestra alma al diablo,
y después de todo nos olvidamos de ser lo que somos y más odiamos,

seres humanos.

Alex

Amerizaje

Cerrar los ojos,
sentir,
el latir, toc, toc,
porque vivir es,
sentir y vivir(claro!),
llorar y reir.
Siempre,
para tí.


Como un atardecer frente a la mar,
así es el amor del de verdad de amar,
del que te quiere sin quererte,
del que te ama sin atar,
del que no dudo en ofrecerte,
del que yo te voy a dar.

Eres sombra que se escapa,
mas soy yo luna en soledad,
tú marea que no me alcanza,
y estas palabras serán(por ser,
son) mi única verdad,
¿verdad?.


Con la mano en el pecho otra vez digo,
como amante,
como amigo,
que te quiero sin quererte,
y aún te amo sin saber:
¡que será del mañana!
¡ni que es lo que fué del ayer!
¡Que le pedíamos al mundo!
y si algún día te volveré a ver...

Alex