La perfecta desconocida

(Esta es la típica situación que se produce cuándo caminando por la calle, en el metro, o incluso en el ascensor, te encuentras con una persona que de una forma instintiva te atrae, durante unos instantes crees saber con total certeza que ella es perfecta...)

La miré a los ojos, pude sentir como se me paraba el pulso,
¡Glub!, de golpe, acumulación de sangre y respiración contenida,
expandiéndosemi pecho, y a su vez mi pecho luchando para que no pudiera escapársele ni una sola gota de aire(o el corazón en forma de suspiro).
Avanzábamos el uno hacia el otro, con paso firme, en una inmensidad grandilocuente y caótica, hasta que llegada a mi altura y sin haberme dirigido ni tan siquiera una mirada, me atravesó sin tocarme, sin mirarme, sin saber de mi existencia, cómo uno más…
Mientras, el eco producido por sus pasos al alejarse, su perfume y su recuerdo se camuflaban y extinguían, perdiéndose por siempre entre algún que otro claxon descontrolado y una nube de invisible anhídrido carbónico.

El presente (As en la manga)

Y finalmente llegué a Barcelona, allí estaba yo, con todo para ganar y todo para perder.
No podía quejarme, me había tocado una buena mano, mano que a su vez representaba en cierta forma mi condena.
Estaba obligado a jugar una partida que en realidad no estaba del todo seguro de si era la que quería jugar.. Pero que hacer sino, al fin y al cabo fuí yo quien recogió las cartas esparcidas sobre la mesa.

Hay que ser demasiado valiente para renunciar a toda una vida.

El destino dispone, y sólo el tiempo nos quita o da la razón, más no debemos olvidar guardarnos siempre un as en la manga.

Dos años atrás, fuego interno

¿Joder es verdad o no? ¿Por qué coño me molesto en llevar adelante una carrera?, a veces creo que resultaría bastante más fácil convertirme en un alcohólico y cuando ya no pueda más, poner un arma en mi sien y apretar el gatillo BANG! todo habrá terminado entonces. Así al menos sabré con certeza que lo aquello último que pasó por mi cabeza antes de dejar este maldito mundo fué una bala.
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Cayeron las lágrimas en el vaso de la sal,
y el mar cubrió el firmamento de estrellas,
Las lágrimas se evaporaron y llegaron hasta el sol,
Murieron por siempre...

Un beso te regalo y una flor,
un te quiero mi amor,
el sabor de mi nata en tus labios.
y un adios sin despedida...
así repetiré, adios mi vida,
gritaré con rabia dolida,
a Dios.

Alex P