Inmersos en esta inmensidad de incertidumbre,
sobrevivimos a duras penas, los seres humanos.
Cada día es una apuesta,
y cada minuto una oportunidad para ganar.
De esperanzas vivimos, y también de vino y descontrol.
De asomos a grutas secretas,
A estructuras de metal pesado,
de emociones y recuerdos pasados,
Balanceándonos sobre una cuerda floja tendida bajo nuestros pies
que es el mundo en su girar:
Mundo desconcierto, mundo enrabietado, mudo mundo y falaz,
globo, tierra, pan de centeno, e incansables hormigas sobre su faz,
que somos los que inconscientes corremos de uno al otro lado,
a prepararnos para el advenimiento de un nuevo invierno helado.
Y que no quede un momento en el que no hicimos lo que debimos hacer, porque no sabemos que será del mañana, sin olvidar que cada minuto es una oportunidad para ganar o para perder, pero esto no depende más que de nosotros, una vez más, los seres humanos.
alex
