El mejor consejo

Busca una piedra, no demasiado grande, que esté bien en tu mano cerrada. Una piedra redonda y lisa. Y traela contigo, en el bolsillo.

Cuando sientas que estas para perder el control, que te estás volviendo loco, que no puedes más... coge la piedra en tu mano, agárrala y deja fluir las cosas en la piedra...esa piedra será tu confidente, tu amiga y enemiga, tu válvula de descargas...después de un tiempo te darás cuenta que usaras esa piedra siempre menos...hasta que un día la tirarás al mar, con todo lo que tenia adentro, con todo lo que le pusiste adentro y tu te quedarás con el control sobre tí mismo, que es el único control que tienes que valorar.

Una buena amiga

El mar de los sueños

Cierro los ojos,

Abro los pulmones,

Los abro más,

Se elevan los hombros,

Mente en blanco,

Se vacían los pulmones y el alma sigue al viento…

Mi inocencia la guarde en un frasco pequeño, por allá al cumplir los 21. Los buenos haceres, los quereres, la confianza ciega, arrojados al mar en búsqueda de una lejana playa, a salvo de manos que no las pudieran ya malversar. Por este mar flotan a la deriva los sentimientos de otros hombres, que desde la costa catalejo en mano, se buscan así mismos pero sin verse los unos a los otros, sin tocarse, corriendo al azar a lanzar por la borda todo aquello que hace que la vida merezca la pena.

En el mundo de los locos, un velero azul celeste y de cristal cruza el mar de los sueños.

Pero nadie se atreve a saltar al agua. Mientras, los frascos se hunden con el tiempo, sus corazones se funden como el hielo, y las vidas se les escapan entre los dedos.