jueves, 22 de marzo de 2012

Pulp

Eran todas esas cosas las que me hacían vibrar,
nena,

Eras tú con tu pelo suelto,
entramada enrredadera,
marejada marina golpeándome la piel,
con la fuerza de un suspiro arrojado al viento.

Eras tú,
cabalgando furiosa sobre la lujuria,
presa de mis posaderas,
de mi aguijón punzante de placer.

Eras tú, filamento lánguido,
sensible y flexible,
tramo de consuelo físico,
de aquel torbellino desenfrenado,
vibratil púlsar que teme apagarse.

Eras tú,
frenesí irrevocable,
brasa que de arder no cesa,
mas dos tizones de acero igneo culminando,
qué en la yema de mis dedos se derriten.

Muñeca,
recuerdo aquel vinilo y algo de rock&roll,
y yo estar tan borracho,
tan sumamente ciego de realidad,
como para volver a rescatarte de entre las sombras,
como para ser de nuevo yo.


alexis perez bellido