domingo, 4 de enero de 2009

La despedida

Y esta piel que hoy acarician mis manos,
mañana será de otro,
tus labios recorrerán su cuerpo en la oscuridad,
y no pronunciaran ya más mi nombre…
lejana a mí.

Yo que aun siento el rocío de tus lágrimas sobre mis mejillas
de aquella despedida.
Y mas no puedo hacer que dejar que se me encoja fuerte adentro el corazón.

Porque deseo que me recuerdes y olvides al mismo tiempo.
Te vas y no sabes si volverás, o si volveré.

Mientras tanto,
tú y yo trataremos de coser esos viejos retazos del ayer
para cobijarnos del inminente frío.

Alex

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