mañana será de otro,
tus labios recorrerán su cuerpo en la oscuridad,
y no pronunciaran ya más mi nombre,
lejana a mi.
Yo, que aun siento el rocío de tus lágrimas sobre mis mejillas,
de aquella despedida
y mas no puedo hacer que dejar que se me encoja fuerte adentro el corazón.
Porque deseo que me recuerdes y olvides al mismo tiempo.
Te vas y no sabes si volverás, o si volveré,
mientras tanto,
tú y yo trataremos de coser esos viejos retazos del ayer para cobijarnos del inminente
frío.
Alex